El español sigue avanzando en EE.UU.
Andres Oppenheimer
Martes 21 de diciembre de 2010 | Publicado en edición impresa / Diario La Nación/Argentina
MIAMI.- Buenas noticias para todos los que deseamos vínculos más estrechos entre Estados Unidos y los países hispanohablantes: un nuevo estudio revela que hay más estudiantes universitarios norteamericanos inscriptos en los cursos de español que en los de cualquier otra lengua extranjera.
La encuesta publicada por la Asociación de Lenguas Modernas de Estados Unidos (MLA) demuestra que pese a la histeria antiinmigración de los últimos años y el notable aumento del número de universitarios que se inscriben en los cursos de árabe, chino y coreano, el español sigue siendo por lejos el idioma más estudiado en las universidades norteamericanas.
Alrededor de 850.000 estudiantes universitarios están inscriptos en cursos de español, seguidos por 210.000 que estudian francés, 198.000 alemán, 92.000 que estudian el lenguaje de signos estadounidense, 74.000 que estudian japonés y 61.000 que estudian chino.
"El español sigue siendo el idioma extranjero número 1'', me dijo la directora ejecutiva de la MLA, Rosemary G. Feal. "Casi el 50% de las inscripciones universitarias para los cursos de lenguas extranjeras se concentran en las clases de español."
Feal dice que espera que esta tendencia se mantenga en el futuro, por motivos que van más allá de la enorme población hispánica de Estados Unidos. Los estudiantes de todos los grupos étnicos ven el español como un idioma que les abre posibilidades laborales. Además, en un momento de recortes presupuestarios, es probable que las universidades norteamericanas eliminen otros cursos de idiomas con menor asistencia, pero preserven los de español, agregó.
"Las universidades están eliminando programas que no tienen un gran número de estudiantes, como el alemán o el italiano, pero no están reduciendo los de español'', dijo.
En Estados Unidos, alrededor de 34 millones de personas hablan español, incluidos 3,5 millones de estadounidenses que no son de origen hispano, según datos de la Oficina del Censo. Eso convierte a Estados Unidos en uno de los principales países hispano-hablantes del mundo.
¿Pero seguirá así la tendencia? ¿Las nuevas generaciones de hispanos conservarán el idioma en un momento en el que varios estados están considerando medidas antiinmigratorias inspiradas en la ley de Arizona, y en el que la crisis económica está disminuyendo el flujo de inmigración latinoamericana?
Hay motivos para pensar que sí. Una encuesta reciente revela que los hispanos jóvenes son cada vez más bilingües. La encuesta a nivel nacional realizada recientemente por Bendixen y Amandi, una empresa de investigación de opinión pública con sede en Miami, revela que el 89% de los jóvenes hispanos nacidos en el extranjero y el 59% de los jóvenes hispanos nacidos en Estados Unidos hablan inglés y español.
Más cerca de sus países
Ese es un nuevo fenómeno, dice Fernand Amandi, socio gerente de la firma encuestadora. A diferencia de lo que ocurría unas décadas atrás -especialmente en los estados del Oeste-, cuando los padres solían pedirles a sus hijos que no hablaran español porque creían que si hablaban únicamente inglés progresarían más en Estados Unidos, en la actualidad los inmigrantes mexicanos quieren que sus hijos sean bilingües, dijo.
Además de que el bilingüismo se considera ahora una ventaja para conseguir empleo, la tecnología mantiene a los inmigrantes y a sus hijos más cerca de sus países natales. "La tecnología ha sido un factor clave: ahora, gracias a Internet, Estados Unidos se está convirtiendo en una sociedad aún más multiétnica'', agregó Amandi.
Mi opinión: estoy de acuerdo. Los hispanos ya constituyen la minoría más grande de Estados Unidos, y la tecnología contribuirá a que el español siga vigente en el país en el futuro próximo.
En Miami, muchos de mis amigos se despiertan cada mañana leyendo por Internet los periódicos colombianos, venezolanos o argentinos, van a trabajar escuchando las emisoras radiales de sus países natales en sus iPhones y a la noche ven los partidos de fútbol o los noticieros de sus países de origen por televisión por cable. Ya no hace falta ir a América latina. América latina viene a nosotros.
Y contrariamente a lo que alegan los partidarios de leyes antiinmigratorias, estar permanentemente conectados con sus países natales no convierte a los hispanos en una amenaza para la cultura estadounidense. Aun cuando algunos inmigrantes no hablen inglés, sus hijos sin duda lo hablan fluidamente.
En una economía global altamente competitiva, hablar más de una lengua es una gran ventaja. China lo ha entendido tan bien que impuso la enseñanza obligatoria del inglés en todas las escuelas primarias estatales. Por eso, cuantos más estudiantes universitarios norteamericanos estudien español tanto mejor será, no sólo para ellos, sino para el país.